Si piensas que ganar dinero por internet es más fácil que salir de casa y buscar trabajo, plantéatelo otra vez.
¿Te ha cautivado ya lo de trabajar en pijama, el “estilo de vida online”, los ingresos residuales y “La Semana Laboral de 4 Horas” de Tim Ferris? No eres el único. A millones de personas también, no te lo puedo negar. Pero ganar dinero por internet no es tan distinto de ganarlo offline.
La red promete oportunidades gigantescas al que desea ganar dinero (por ejemplo, más gente, más mundo, más automatización y más movilidad); pero la competencia y la visibilidad online son un problema creciente.
En principio, en internet no solo serás uno más, como en la fila del paro, sino que te sentirás como una gota en un océano de información lleno de ruido.
Para que llegues a buen puerto, deja que ofrezca una guía duradera para atravesar el mundo en que te moverás. Y no olvides que dejarás de ser un simple habitante de tierra firme para convertirte en capitán internauta. ¿Te atreves?
¿Por qué tanto dentro como fuera de internet caemos en los mismos errores?
Internet es un medio para un fin. Facilita la comunicación, te da acceso a la información y te conecta al mundo y la tecnología. Pero no piensa por ti, ni te hará más afortunado. Solo te ofrece un gran potencial. El problema es que eres tú quien tendrá que sacar el oro de esa gran mina. Para sacar partido de ese potencial las personas contamos con nuestra cultura, como los mineros con sus herramientas. Y la mentalidad marca grandes diferencias.
Para ganar dinero hay tres grandes estrategias sobre las que ya he escrito. Cada estrategia se corresponde con una mentalidad, con un tipo de persona y de circunstancias. De hecho ganarse el pan por internet no es para todo el mundo.
Supongamos que tienes madera de navegante de la información, aún así tu mentalidad te llevará a pensar de una forma concreta sobre lo que es inteligente y lo que es arriesgado.
Tres mentalidades muy diferentes
Primero te contaré una pequeña historia.
Tres hijos tenía el faraón. Para dar su herencia a uno solo de ellos les lanzó un reto. El que primero construyera la gran pirámide dorada sería el gran heredero. El primero se puso inmediatamente manos a la obra, como si no hubiera mañana. Y se mofaba del tercero, el más pequeño, porque aún no había puesto una piedra.
El segundo, que ya era muy rico por parte de su madre, pagó a sus arquitectos y empleados.
Los dos primeros se veían ganadores, porque llevaban dos tercios de la pirámide hechos mientras que el pequeño aún no había puesto ni la piedra angular. Pero cuanto más subían y menos tiempo quedaba para finalizar, más cuesta arriba se hacía terminar la pirámide.
El primero de los hermanos, el más grande y fuerte, estaba exhausto cuando el pequeño sacó un trasto llamado grúa y en un mes a los dos les ganó.
El hermano mayor acusó al pequeño de estafarlo y de hacer trampas, y lo denunció. Pero el segundo hermano se asocio con el tercero y juntos crearon un imperio tan grande, que el menor se apiadó de su hermano mayor y le regaló la herencia de su pobre padre. Y por eso aún quedan grúas y pirámides.
Cada uno tiende a cometer determinados errores y a cosechar ciertos frutos, porque cada uno cojea de su propio pie. Todos tienen fortalezas y debilidades, todos son hermanos y muy humanos.
1) La estrategia del hermano mayor
La más común para ganar dinero, la usada por la mayoría de la gente; se basa en seguir la tradición de vender tiempo. Cambias determinadas horas de tu saber hacer por cierta cantidad de euros. Mucha gente que toma esta vía sufre de ansiedad, porque sigue una senda trillada y trazada por la masa. No se para mucho a explorar sus opciones ni a cuestionar sus asunciones.
Algunos piensan que es urgente hacer algo, lo que sea, los puestos son escasos y grande la necesidad. La mayoría cree que la formación reglada y el camino andado es el más seguro. Piensan que ir directo a por el dinero siempre es lo más seguro y lo más corto. Suponen que es más estable y tranquila que otras alternativas. Y les parece normal intercambiar cinco días por dos; pero si te ofrecieran dos euros a cambio de tus cinco ¿saldrías corriendo a por ellos?
Muchos trabajadores venden algo que vale más -su tiempo y talento- por algo que vale menos (unos duros). Hay excepciones como los actores de Hollywood, las estrellas del deporte, los fuera de serie, los profesionales con vocación y quizás tú.
Aquí el factor tiempo es la clave. Abunda la mentalidad de cazador-recolector. Dada la escasez, hay prisa por cazar la presa o llevarse el último puesto. Las miras están puestas en encajar en la tribu y poder hacer cuanto antes lo que todos los demás.
2) La estrategia del mediano
Mucho más infrecuente, es ideal para el que tiene la suerte de contar ya con un capital inicial. Quien no lo tenga lo puede acumular trabajando o cazando su fortuna. Se basa en hacer que el dinero trabaje para ti, en lugar de trabajar tú por él. Cambiar igual por igual; dinero por más dinero. La gente que hace trabajar a su capital tiene la disciplina, el conocimiento y los asesores necesarios para que el trigo crezca, y un euro se convierta en dos.
El factor clave es el dinero. La mentalidad del agricultor que ahorra e invierte sus semillas, con la mirada puesta en no perder lo ganado y asegurar la inversión.
3) La estrategia del pequeño
Muchos dicen que es más raro que un perro verde. Pero su estrategia es ideal para los que ven arriesgado cambiar tiempo por dinero y consumir empleo en lugar de crearlo. Antes que por dinero, se trabaja por el activo, por un objetivo: la grúa. La mayoría de la gente mira mal a este tipo de personas, excepto cuando ya han triunfado. Pero antes de ganar su pan, antes de conocer o fundar su nuevo clan, antes de llegar a su tierra prometida, quizás tuvieron que perder la comprensión de su tribu, echar en falta el apoyo de muchos y superar el miedo a estar solos y que se los comiera el desierto o el lobo -cosa que también pasa a veces.
El factor esencial es la energía. Este es un mundo de gente con ideas, con visión, de personas intrépidas con ganas de solucionar problemas. Donde ser joven es una ventaja y no un inconveniente. La mentalidad del emprendedor -en sentido amplio- es la de alguien cosntructivo, que elige dónde, con quién y cuando trabajar para crear algo en lo que cree y que le compensa. Las miras están puestas en ser libre, ser respetado, contribuir al mundo, aprender, divertirse y ver crecer un proyecto. La mentalidad industriosa, que quiere ver las cosas como son, mejorarlas con la ayuda de otros y correr riesgos que merecen la pena.
Todos somos necesarios pero ninguno imprescindible
Cambiar de mentalidad es duro; pero no imposible. Las tres mentalidades coexisten y cumplen una función importante en una sociedad sana. Pero cuando demasiada gente trabaja solo por dinero, dejando atrás la pasión, el riesgo y las ganas de aprender, la cosa se complica.
Para ganar dinero por internet puedes seguir la senda que prefieras. Las cosas no son blancas o negras. Por ejemplo, puedes trabajar cambiando tu tiempo por dinero y algo más. No te conformes solo con el dinero, puedes aprender destrezas que necesitarás para construir algún día tu propia piramide de oro, si es lo que quieres.
No todas tus destrezas las forjarás en la universidad o en un centro educativo. El mundo va más deprisa que cualquier universidad, aunque los principios permanecen. Busca la verdad y los principios allá donde estén, sin dejarte llevar solo por lo bien que suenen los títulos, que al fin y al cabo podrían acabar en otra burbuja más.
¿Qué forma de ganar dinero en Internet es apropiada para ti? – Cada oveja con su pareja…
Aquí tienes algunos ejemplos del tipo de actividad que puedes hacer para ganar dinero por internet y la mentalidad dominante a la que, en mi opinión, puedes asociarla:
Vende tiempo por dinero
Quiero recordarte que casi cualquier profesión y trabajo serio puede convertirse en un negocio, aunque la mayoría prefieran ser asalariados. Puede ser una estrategia ideal para los que tienen ya su vocación o son muy buenos en lo que hacen.
Para los que saben o quieren aprender algo
Si tienes la formación (trabajos reales que pueden darte mucho)
- Oficina Virtual
- Transcriptor médico
- Traductor
- Desarrollador Web / Diseñador
- Representante del centro de llamadas
- Especialista en soporte técnico
- Agente de viajes
- Maestro
- Escritor / editor
- Dueño de una franquicia
- Etc.
Si no tienes la formación, pero tienes las ganas
- Ebay, Mercado Libre, Segundamano, Milanuncios (Venta de artículos de segunda mano)
- Asesores comerciales
- Tele operador
- Manualidades o montadores (si realmente te urge el dinero y no sabes hacer otra cosa)
Para los que no saben ni quieren aprender nada (o casi nada)
- Rellena encuestas online (puede haber alguna excepción, pero yo no la conozco)
- Apúntate a la primera oportunidad que suene demasiado bien para ser cierta
- Haz spam, vende lo que sea a cualquiera, desde más porno hasta mentiras
- Persigue el próximo pelotazo, corre a por la próxima burbuja
- Hazlo porque parece fácil
- Crea páginas warez o de contenido con copyright
- Hazlo porque te prometen algo a cambio de nada
- Etc.
Si dispones de dinero; pero no del tiempo ni las energías
- Compra y venta de dominios (si te va bien puedes escalar a negocio) e.g. Sedo o Flippa
- Participa como socio capitalista en un proyecto web
- Préstale a un familiar o amigo el dinero para iniciar un proyecto en el que crees
- Inversor profesional (un mundo aparte)
Si tienes las energías, no piensas que vender es un pecado y tienes perseverancia
- Marketing de afiliación (escalable a negocio) e.g. Tradedoubler, Awin y Amigos.com
- Inicia un proyecto de negocio (blog, revista, software, servicios…) en solitario o con socios adecuados
- Empieza trabajando con las miras puestas en aprender y crear tu propio negocio
- Crea soluciones y paténtalas, véndelas o vende parte de tus derechos
- Distribución de todo tipo de productos
Estos son solo algunas ideas que se me ocurren a bote pronto. Insisto en que cada alternativa tiene sus pros y sus contras. Y entiendo que las preferencias cambian y dependen de la motivación, el momento y el contexto.
Desde luego no todas son para mí. Mi preferida es la de iniciar un proyecto de negocio que apalanque estratégicamente lo que uno tiene y pueda llevarle a donde uno quiere. ¿Cuál prefieres tú? Y mucho más difícil de contestar ¿qué es lo que realmente quieres?
Diego Dalvera
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